Agencia de Noticias AhlulBayt (ABNA): Las transformaciones de los últimos dos años en Palestina han convertido esta tierra en el centro de uno de los conflictos geopolíticos y éticos más importantes del mundo; un punto que muchos consideran como un espejo de las crisis estructurales del sistema internacional. En este contexto, recurrir a investigadores que durante años han seguido las transformaciones regionales con un enfoque histórico y estructural tiene una importancia especial.
El profesor Martín Martinelli, una de las figuras destacadas en los estudios de historia contemporánea y las relaciones de Asia Occidental, es uno de estos investigadores.
Martinelli en los últimos años ha asumido múltiples responsabilidades en el ámbito de los estudios regionales: desde la enseñanza de Historia Contemporánea e Historia de Asia y África en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Buenos Aires (FFyL-UBA) hasta la dirección del Seminario del Medio Oriente Contemporáneo y de la Cátedra libre de estudios Palestinos “Edward Said”.
Este historiador argentino además es co-director del área Historia Medio Oriente Contemporáneo del Programa de estudios Históricos y Antropológicos americanos (ProeHaa), y es integrante del Grupo de trabajo “Medio Oriente y América Latina” de CLACSO.
El profesor Martín Martinelli en diálogo con la Agencia ABNA analiza la situación actual de Palestina en su contexto histórico, político y estructural; una situación que ha convertido esta tierra en uno de los ejes principales de la lucha del “Sur Global” contra el colonialismo de asentamiento, el sistema de apartheid israelí y la red de aliados del imperialismo occidental.
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Entrevista por: Señora Marilión / Reportera de la Agencia ABNA en Venezuela
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ABNA: Señor Martinelli, en medio del actual asedio a Gaza, ¿cómo caracteriza usted el momento que vive Palestina desde una perspectiva geopolítica y ética?
Desde ese punto de vista me parece que la causa palestina y todo lo que la rodea se reposiciona como la causa de todo el Sur Global. Al encontrarse en el corazón del mundo y uno de los lugares centrales de disputa del poder efectivo a nivel del sistema mundial y del capitalismo fósil, las repercusiones de su accionar político influyen y se retroalimentan con otros movimientos soberanos o de liberación nacional. Al mismo tiempo se manifiesta como anticolonial por resistir a la opresión del sistema de apartheid y de colonialismo de asentamiento israelí, y como antiimperial por resistir a esa extensión coimperial israelí de Occidente colectivo en el centro de Afroeurasia. Es decir, la zona que va desde Marruecos a Pakistán y desde Turquía a Yemen.
Los intentos de doblegar a los palestinos y todas las estrategias de ellos para resistir en un enfrentamiento asimétrico con mucha diferencia muestran dos aspectos contrapuestos: por un lado, la inusitada violencia israelí no muestra ningún tipo de límite desde las hambrunas planificadas hasta las violaciones, y por otro la resistencia palestina tampoco tiene equivalentes en el sentido contrario en la lucha por su supervivencia, por su autodeterminación y por poder vivir en su territorio.
ABNA: Durante décadas, el aparato sionista ha logrado imponer narrativas que justifican la ocupación. ¿Qué elementos han comenzado a erosionar esa hegemonía discursiva?
Creo que concluyeron varios factores; uno son las movilizaciones cada vez más masivas a nivel internacional en casi todo el mundo, desde estudiantes y universitarios hasta obreros y gente en general. Eso demostró un nuevo nivel de conciencia inclusive en los países centrales o las mismas potencias que están sosteniendo este genocidio. En simultáneo las redes sociales, más allá de los intentos de bloquear la información de denuncia contra el genocidio israelí contra los palestinos, en esta ocasión mostró esa cara oculta del aparato de violencia militar israelí.
Al llegar a límites tan graves no se pudieron ocultar esas voces porque también se está criticando al mismo tiempo esta continuidad del colonialismo occidental que lleva cinco siglos.
Otros países también buscan divulgar su narrativa y su perspectiva de los hechos por varias razones; una de ellas es por la solidaridad internacional que despertó más que otras veces la causa palestina. Por ser esta una lucha que representa a los oprimidos contra los opresores y aún demonizado de manera intencional oriente frente a un occidente que buscó tergiversar estos hechos.
Es ahí donde las estrategias de resistencia palestina con los pocos medios con los que contaban tuvo un rol principal junto con los demás países que lo apoyaron, algunos de manera retórica y otros en los hechos apoyando el Boicot, Desinversiones y sanciones o involucrándose contra el ejército israelí.
ABNA: ¿Considera que el término “genocidio”, antes marginal en el debate público, ha adquirido legitimidad en el lenguaje político y mediático internacional?
Sin duda la categoría de genocidio para esta matanza a gran escala que estuvo ejecutando el ejército israelí sobre el pueblo palestino gazatí y con una estrategia diferente hacia los palestinos cisjordanos, e incluso hacia los demás países de la región, hicieron inocultable la política genocida israelí. Eso adquirió una mayor escala a partir de los países que se volcaron a caracterizarlo de esa manera junto a cientos de académicos e incluso a las Naciones Unidas.
ABNA: ¿Qué papel han jugado las plataformas digitales, los medios alternativos y los testimonios directos en la desarticulación del relato oficial?
Es un papel central porque los medios de comunicación hegemónicos, si bien han comenzado a mostrar una interpretación más alejada de la sionista y que defiende el sistema imperial dominado por Estados Unidos, la OTAN y sus aliados, las plataformas han llegado a concientizar con un mayor alcance. Las formas de resistencia palestina por ahí han quedado más sesgadas, pero sí se dio lugar a periodistas palestinos que estén en el lugar, y eso ha sido objetivo de guerra israelí, el periodismo y las agencias internacionales también. Entonces al recortar esas posibilidades y al cambiar las maneras en las que la gente se informa, incluso la resonancia de la “Global Sumud Flotilla” y las movilizaciones multitudinarias resignificaron la bandera palestina como símbolo de resistencia.
Esto repercutió en el aumento de la imagen negativa tanto de Israel como de Estados Unidos alrededor del mundo, y veremos si como en el caso sudafricano, la tensión interna junto con el rechazo externo a esas políticas genocidas termina por desenmascarar y desmantelar ese régimen de apartheid que buscó establecer un “caos controlado” en la región.

ABNA: En su análisis, ¿qué factores explican el creciente distanciamiento de ciertos gobiernos respecto a la narrativa sionista, incluso en Occidente?
Las medidas occidentales en general pueden leerse como ambivalentes. Por un lado, son el sostén y los patrocinadores del genocidio al participar directamente de la OTAN y como aliados más relevantes de Estados Unidos. Un movimiento crucial es el que inició Italia a contramano de su gobierno de ultraderecha con Meloni cuando sindicalistas y obreros propusieron el siguiente lema en una huelga general de protesta contra el genocidio: “Bloqueemos todo. Detengamos el genocidio”.
Pero, por otro lado, este reconocimiento al estado palestino, aún con sus grandes limitaciones y exigencias, considerando que es muy tardío puede indicar el inicio de cambios políticos respecto de Israel y por ende de Estados Unidos.
Esto quiere decir que debe prestarse atención a cómo impacten las diferentes protestas populares en las tomas de decisiones de los gobiernos. Por ejemplo, las diferentes huelgas que vienen sucediendo en los puertos de Italia que luego derivaron una huelga general por Palestina y los derechos de los gazatíes que están sufriendo un genocidio como explicamos en nuestro libro “La geopolítica del genocidio en Gaza”.
Y si esto deriva en embargos de armas y de envío o compra de productos a Israel, o, por ejemplo, en quitarles los beneficios a Israel que los tiene casi como un socio extra de la Unión europea, así como también de la OTAN.
Y eso puede verse en la posible suspensión de la selección israelí de fútbol y de la participación de sus equipos en los campeonatos de la UEFA.
Eso lo veo en consonancia con lo que fue el boicot, desinversiones y sanciones hacia la Sudáfrica del apartheid que podría tener implicancias con respecto al régimen israelí.
ABNA: ¿Qué lugar ocupa la espiritualidad palestina en la resistencia? ¿Es un recurso simbólico o una dimensión estratégica de largo alcance?
La espiritualidad ocupa un papel resonante en cuanto a que es uno de los pilares en los que se apoya la resistencia. Además de estar en consonancia con otros movimientos de similares características que aúnan la cuestión espiritual con los aspectos materiales de la resistencia. Aun así, creo que es importante remarcar que es una de las aristas de la cuestión, pero eso no significa que se trate de un conflicto religioso. Dado que me parece central las formas de resistencia antiimperial y anticolonial que adquieren en su lucha contra un opresor que intenta asfixiarlos por todos los medios en lo cotidiano y en lo material. Y, de hecho, quieren mostrarlo desde la narrativa oficial hegemónica occidental como una tensión entre religiones o culturas. Sin embargo, la situación que genera los conflictos, tensiones y el genocidio tienen que ver con cómo fue pensado el Estado de Israel para dividir las poblaciones de esa región donde se instituyó y como una punta de lanza de occidente en oriente como lo patrocinaron desde un inicio. La resistencia palestina y de quienes lo apoyan en la región abreva en variadas fuentes y una tiene particular relación con lo religioso, pero no entendida en los términos en los que actualmente se interpreta esto desde el Occidente Colectivo.
ABNA: ¿Estamos ante un punto de inflexión histórico en la causa palestina o aún persiste una estructura de impunidad que dificulta el cambio real?
Estamos ante un punto de inflexión por varios aspectos. La causa palestina se convirtió en una causa del Sur Global. Estamos frente a un declive hegemónico occidental que responde con una mayor apuesta al belicismo. Y aumentó la conciencia mundial de la situación que atraviesan los palestinos, además de libaneses, sirios, iraquíes, yemeníes e iraníes.
El cambio real a partir de esos factores es una cuestión de tiempo si desembocan en el desmantelamiento de esa situación que parece haber llegado a nuevos límites. Por lo tanto, a partir de ello puede verse si se produce una salida como fueron las de Vietnam o Argelia, o como en el caso sudafricano. Para eso es clave las repercusiones e involucramiento de otras fuerzas como podrían ser los BRICS u organismos internacionales que no sean adeptos a la potencia estadounidense. Por eso también es interesante la novedad del rechazo que se produjo en el país que es el principal sostén y promotor de la política genocida israelí.
ABNA: ¿Qué enseñanzas ofrece Palestina al mundo en términos de dignidad, resiliencia y construcción de verdad frente a la maquinaria imperial?
Palestina, los palestinos y los que los apoyan en el mundo demuestran que las maquinarias imperiales junto con su narrativa engañosa poseen debilidades. Más allá de su poderío militar, tecnológico o narrativo la resistencia palestina mostró por décadas y ahora con un nivel sin antecedentes de difusión de sus consignas y de su situación que, así como siguen el colonialismo y el imperialismo de la mano del capitalismo fósil, los pueblos mantienen un marcado protagonismo.
Por eso lo hecho por los palestinos es una epopeya y así como sigue el Occidente Colectivo con su maquinaria y estrategia de saquear y doblegar a las poblaciones, ellos muestran a diario que su convicción y resiliencia son históricas y presentes. Eso generó nuevas interpretaciones del aparato coercitivo imperial pero también de qué como hubo pueblos en la historia que resistieron, los palestinos llevan ese estandarte en la actualidad y demostraron quienes son los que siguen de la mano de los grandes opresores.
ABNA: ¿Cómo evalúa usted la eficacia actual de los métodos de manipulación sionista en un escenario donde la conciencia global parece haber despertado?
Los intentos de esa manipulación seguirán existiendo porque son los que están cometiendo un genocidio que se transmitió en directo, algo sin antecedentes. Y que haber sido descendientes de víctimas de un genocidio no los convierte en impunes. Buscan igualmente seguir obstruyendo la difusión de la verdad comprando nuevos medios como Tik Tok o la Inteligencia Artificial para que emita su retórica bélica. Pero esta vez parece ser determinante el nivel de concientización que se generó y difícilmente tenga vuelta atrás.
ABNA: Finalmente, ¿qué responsabilidad tienen hoy los intelectuales, los comunicadores y los líderes religiosos ante el silencio cómplice o la neutralidad calculada?
La responsabilidad es la mayor porque los neutrales quedan del lado del opresor. Entonces cada uno desde su lugar es importante que accione para que esto se frene y no se repita en otros lugares. Porque este genocidio mostró un nivel de matanzas inusitada. Entonces, como en el caso de Palestina y de los demás países de esa región se ven asediados, con bloqueos y sanciones económicas, con intentos de injerencia política en sus gobiernos, o por difundir imágenes falsas de esos países, la contraparte debe unificarse, así como se alía el Norte Global para colonizar poblaciones, mentes y gobiernos. Por eso el trabajo de intelectuales, comunicadores y líderes religiosos debe servir para tejer lazos Sur-Sur y mostrar una visión independiente que colabore en la liberación de esas poblaciones asediadas, como también lo son en partes de América Latina, África y Asia.
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